XV. - El diablo

El diablo

El Diablo está en cuclillas sobre una roca, sosteniendo cadenas que atan una figura masculina y femenina. Representan los vínculos físicos y psicológicos creados por deseos materiales o adicciones. El mismo Diablo simboliza la tentación y la entrega a los placeres. Se eleva sobre la gente y su reino de fuego atestigua las posibles consecuencias de ceder a los instintos básicos. Esta carta nos llama a enfrentar nuestro lado oscuro y las cadenas que con tanto gusto usamos. El pentagrama invertido que flota sobre la cabeza del Diablo simboliza las fuerzas oscuras y la magia negra. Los cuernos que crecen en las cabezas de las figuras humanas son la proyección de su naturaleza instintiva. El racimo de uva simboliza la embriaguez y la antorcha encendida representa la lujuria, en paralelo a los árboles en la carta de Los Amantes.

Significado general

Pecado, Materialismo, Ignorancia, Hedonismo
El Diablo representa las ataduras del mundo material, sugiriendo que reconozcamos y enfrentemos las cadenas de nuestros deseos físicos y las desechemos.

Amar

Adicción, obsesión, apegos no saludables
En el amor, esta carta puede indicar adicción u obsesión, señalando la necesidad de abordar apegos poco saludables.

Carrera

Ambición, manipulación, cruce de fronteras éticas
Profesionalmente, el Diablo apunta a una excesiva ambición o manipulación. También advierte sobre la importancia de respetar los límites éticos.

Diablo invertido

Liberación del Yo Sombra, Cambio de Valores
Invertido, el Diablo sugiere la liberación de las restricciones, la reevaluación de los valores restrictivos, la confrontación y la reconciliación con nuestra sombra reprimida.